Mi perfecto desconocido
02-07.16
Después de
mandar un vídeo a Jeff por la madrugada y esperar su pequeña respuesta al
siguiente día pude darme cuenta que nada me detenía en la vida y por alguna
razón el sol mandaba sus rayos directamente a mis ojos, el sol acariciaba mi
rostro y podía sentir en ese momento que hoy seria el gran día de mi vida y
nada me detendría. Sonreí y grite rápidamente ¡Hoy será mi dia, hoy! Después de
ponerme linda y hablar por skype con Jeff, me di cuenta que Jeff me daba su
amor y a la misma vez me lo quitaba, me hacía apreciarlo y por ratos dudar de
él y su buena voluntad.
-¿Qué quieres de
mi Jeff?- le preguntaba
-Nada, solo que podamos ser felices-
me respondía Jeff
Como podía ser
feliz si los últimos días se olvida de decirme buenas noches y yo tal vez podía
entender que se molestó por los vídeos que aún tenía en mi blog con Martín,
pero la razón más grande era que sin duda no estábamos destinados. Tal vez aun
no me preparaba yo para tener una familia como él queria.
Después de
cerrar el skype y leer todo lo importante que Jeff decía que yo era para él,
aun tenía esos ánimos increíbles de ir de shopping y fue así como vacié mi
tarjeta, hasta dejarla con 0.02 centavos. Eso no importaba yo corría con mis
bolsas de compras por el puente para coger el primer carro e ir al encuentro
con Maggy. Cuando vi a Maggy, vi la gloria, sabía que hoy era mi día y fue así
como llame con mi mente todo lo “bueno que vino después”.
Llegamos a Kokopelli, un
hotel en Miraflores que tenía un bar donde trabajaba Ale el amigo argentino de
Maggy que hace más de medio año me lo había presentado. Nos pusimos a bailar
entre nosotras, aunque Kokopelli estaba aún vacío, después de que Maggy y Ale
fumaran su pipa y se pusieran más alegres, el bar se llenaba y la verdad yo no
llevaba nada sexy como para impresionar a alguien, un vestido azul ancho, unas
pantis negras, mi botines de siempre y un peinado que me lo hice mientras Maggy
y Ale fumaban; sin embargo aun así atraía las miradas de los extranjeros.
Después de comernos la pizza que nos hizo Ale y una torta de chocolate que
compramos en la misma calle de Berlín, jugué con chicos que no conocía a la
Jenga, pero la diferencia de las otras Jengas es que cada pieza venía con un
castigo y fue así como me subí a una silla y baile sin miedo a que muchas
personas me miraban; sin embargo todos me aplaudían y gritaban, eso me animaba
hacer el baile más sexy…
El chico con el que me
daba miraditas no estaba destinado para mi, ya que los castigos me tocaba con
su amigo, un chico que Maggy llamo hermoso y sin duda no iba a mirarlo, aunque
ya lo había visto antes que ella mientras yo subia las escaleras, pero tal vez
no me atrevi a decirle a ella que era hermoso; sin embargo el destino nos unia
más y debía decirle por un castigo lo que pensaba de él la primera vez que lo
vi y mi respuesta fue exacta, el sonrio tan lindo y desde ese momento me sonreía
todo el tiempo, nuevamente tuvimos otros castigo y tuve que darle un beso,
Maggy no quiso jugar y se aburrio de mirarnos y se fue, en ese momento choque
mis labios con aquel hombre hermoso, y
aquel chico que me daba las miraditas término besándose con la chica que
trabaja en Kokopelli, por un castigo que le toco a ella. El destino ya estaba
apostando por el hombre sexy y por mí, aquel hombre alto, flaco y de ojos verdes
que parecían turquezas; sin embargo luego pensé que era un pendejo, porque
quería besar a la argentina y por alguna razón me sentí incomoda y me fui; sin
embargo mi pensamiento duro poco y tal vez quizo callarme la boca con sus
actitudes. Mientras estaba en el bar con Maggy, miraba con ese hombre me miraba
sin vergüenza y por alguna razón yo sentia que recorria dentro mi un gran
celos. Trate de actuar normal y como si no me importara, hasta que de repente
se acerco al bar.
-Hola- dijo el perfecto desconocido sonriéndome tan
increíblemente
-Hola, ¿bailas?- le dije mientras un señor tocaba música
negra con un cajón
-No puedo- respondio el perfecto desconocido riéndose
-Debo irme- le dije mientras Maggy me avisaba para
salir de kokopelli
-No te vayas- me dijo el
perfecto desconocido
-¿Tú no iras?- le
preguntaba
-No entiendo –respondía
sin soltarme de la mano
-Sígueme, todos iremos a
“Santa locura” una discoteca- respondí
El no entendía mi
español; sin embargo no me soltó de la mano y me siguió. Cuando salimos de
la noche, el ritmo de las personas comenzaba a motivarme, yo sonreí mientras lo
veía y realmente aquel desconocido era tan hermoso que brillaba en aquella
noche.
-De donde eres – pregunte
a mi hermoso desconocido
-Holanda-respondió
En ese momento mi corazón
latió más rápido de lo normal y recordé a Jeff
-¿Te pasa
algo?-preguntaba el desconocido
-Voy a casarme pronto con
un Holandés- sonreí tiernamente
-¿Tu casarte tan
pronto?–decía mi desconocido muy sorprendido
-Solo bromeo- sonreí
Pude ver que por fin mi
desconocido respiro y sonrió nuevamente. Llegamos
a Santa Locura, una discoteca del cual todos hablaban y yo me rehusaba a ir.
Sin pensarlo ya había pisado antes esa discoteca por equivocación en la
búsquedad de Mark; sin embargo nunca fui participe de esa discoteca, de la cual
me llegue a enterar después de que era una discoteca de ambiente (disco de
homosexuales)
-¿Deseas tomar
algo?-preguntaba el perfecto desconocido al que no le había preguntado su
nombre
-Un red bull –le respondí
-¿Solo eso?- agrego el
desconocido
-Mejor un orgasmo- sonreí
Mientras mi trago se
preparaba mi cabeza daba vueltas y me daba cuenta que Jeff se había ido a
dormir sin decirme buenas noches, el único vaso de alcohol que había tomado en
kokopello estaba en mi cabeza dándome vuelta, otros se drogaban y el efecto se
hacía en mí. Yo estaba feliz, esa noche era mi noche, bailaba después de
tanto tiempo, bailaba como si nunca hubiera bailado. Hasta que sentí que
alguien me jalo y era el hermoso desconocido que me contraía a su pecho y me
cogía del cabello y me robaba los besos que el quería, yo no era ajena a sus
besos. Nuevamente había vuelto hacer lo que Pamela, Vanessa y Maggy querían que
sea.
Nos entregaron los tragos y el no sabía que era un trago para mujeres y pidió dos, uno para mí y
otro para él, que al final termine tomándolo yo sola, la noche se hacía lenta.
Maggy no había encontrado a su agarre de la noche y yo tenía a un desconocido
que no quería soltarme y se mantenía besándome todo el tiempo, las fotos
llegaban y sentía el flash por todos lados, no me imaginaba si esas fotos las
llegaba a ver Jon o peor aún Martin o aún mucho peor Jeff y aunque no tenia
nada con ellos tres, me sentia como una chica cualquiera.
Las horas pasaban
y debía irme, una chica "x" llego a nuestro grupo
y comenzó a bailarle muy sexy a mi desconocido,
yo sonreía viéndola mientras mi desconocido me apretaba las
manos y Maggy me decía para irnos a dormir. En ese momento,
imagine que a mi desconocido otra se lo comería (tendría sexo
con él), la chica era pequeña como yo, pero ella llevaba un vestido negro
pequeño donde dejaba ver sus enormes tetas, y estaba maquillada como una puta
lo cual se le veía muy sexy. Le solté de la mano y le dije
a mi desconocido que debía irme, lo bese, le di la espalda y me
fui sin mirar atrás, cuando sentí que alguien me cogía de
las manos y era él diciéndome: ¡Te olvidaste de mi! en ese
momento volví a respirar de alivio y comencé a reirme tanto con Maggy
tanto por lo que él había dicho, salimos los tres juntos de la discoteca y Maggy
estaba diciéndome que debía irme con él y yo respondia que era una locura, pero
mientras el caminaba conmigo de la mano pensaba que alque desconocido hermoso
no era un pendejo como yo lo imaginaba y nos acompaño hasta Kokopelli
nuevamente.
-Sorry- le dije bajando la
cabeza
-Todo está bien, yo te entiendo -besándome
la frente
-Arruine tu noche, tal vez querías
llevarme a tu cama, pero no soy ese tipo
de chicas-mirando sus hermosos ojos
-No digas eso, todo está bien yo
me enamore de tus besos y eso es suficiente para mí- sonriendo tiernamente
Después de un último beso y
soltarnos lentamente las manos, pude ver como caminaba a su hotel mirándome de lejos mientras se iba, en ese momento mientras se perdía con la nublada madrugada, respire y camine con Maggy en busca de un taxi,
cuando encontramos a un taxista que se hacia la noche con nuestro dinero ya no había
marcha atrás...
-No tengo idea cuando llegara el
día que me arrepienta de lo que no hice-le decía a Maggy
-Eres una tonta ese chico era
hermoso y se veía tan bueno, no puedes limitarte siempre Priscilla, deberías
disfrutar más de la vida, si no te los vas a comer deberías dármelos a mí-respondía
Maggy
Mientras yo miraba mi penosa
historia por la ventana, no podía entender mucho o tal vez no quería entender…
Goran se llamaba aquel
desconocido, me había escrito al Whatsapp y me había agregado al Facebook
enseguida.
-El 29 de julio regreso a Perú y
quiero verte- decía Goran por un mensaje en Whatsapp
Kokopelli jugando Jenga
-¿Que piensas del chico que esta a tu costado?
-Que es un chico hermoso y sexy - respondía sonriendo y mirando fijamente a un perfecto desconocido
Comentarios
Publicar un comentario